Vivimos en una sociedad en la que parece que no tengamos que sufrir. Hay pastillas y remedios para todo. Pero las emociones de malestar como miedo, tristeza, vergüenza, disgusto, enfado, etc. existen y muchas veces no las podemos evitar. Entonces, ¿qué podemos hacer para poder soportarlas? Podemos adoptar ante ellas una actitud de tolerancia y de autocompasión. Es decir, acepto que ahora estoy así, acepto que soy limitado y que en este momento no puedo estar mejor y, con todo ello, continúo siendo una persona válida. Al mismo tiempo me observo, intento comprender porqué tengo esta emoción y me cuido en ello promoviendo actitudes que me hacen soportarlo mejor. Y todo ello confiando también en que mi cerebro encontrará la manera de elaborarlo para, finalmente, poder superarlo.
