El proceso terapéutico
Entiendo la terapia como un proceso de cambio, es un camino hacia el bienestar. Y mientras andas aprendes de ti mismo y de la experiencia, utilizando y descubriendo recursos que quizás no sabías ni que tenías. Este camino te lleva a comportarte de una manera más sabía con el yo y con los otros.
Superar una crisis es como deshacer un nudo. Si lo quieres deshacer a ciegas, sin entenderlo, te será muy difícil. Pero si te fijas como están entramados los hilos, sabrás como deshacerlo. Por eso es importante que en terapia se trabaje en el autoconocimiento y el entender el problema. Entonces la persona encuentra, muchas veces por sí misma, la solución.
La primera visita es donde se empieza a establecer una relación de confianza que será básica para tener una buena alianza terapéutica. Es donde puedes explicar las circunstancias que te han llevado a necesitar terapia y es donde yo empiezo a tener un conocimiento de tú y tu contexto. Es donde establecemos objetivos. En las siguientes visitas vamos ampliando el conocimiento de lo que te está pasando, quizás tendremos que aplicar alguna prueba complementaria. Con todo esto tendré un plan terapéutico que nos haga llegar a nuestro objetivo. A lo largo del proceso seguiremos el camino que te lleve hacia el cambio deseado, en el que sesión a sesión iremos haciendo los pasos necesarios para poder avanzar. Será un camino que decidiremos entre los dos, lleno de emociones y sorpresas. Yo te daré la mano para que te sientas seguro.

ANSIEDAD Y ESTRÉS
Ansiedad generalizada, crisis de pánico, estrés laboral y personal, traumas, obsesiones, fobias.
La ansiedad es una reacción natural ante una amenaza. Por eso, cuando entramos en crisis por un motivo conocido o inconsciente, normalmente la ansiedad es uno de los síntomas que notamos primero. La ansiedad se puede exteriorizar en miedo, presión en el pecho, nudo en el estómago, somatizaciones, problemas para dormir bien, irritabilidad. El problema principal no es la ansiedad en sus formas, sino que hay detrás que lo ha provocado, ¿cuál es la amenaza?

DUELO Y PÉRDIDAS
Duelo por muerte, separación, pérdidas significativas.
La muerte o pérdida por rotura sentimental de una persona querida a menudo es uno de los peores momentos de nuestra vida. Implica el final de una situación que nos gustaba, que conocíamos y era la nuestra. Hacer el proceso de duelo es atravesar un puente sobre un abismo, desde la situación que teníamos con la persona que ahora está ausente, hacia una situación nueva donde tenemos que resignificar quién somos y dónde estamos.
A veces el duelo no es por la pérdida de una persona, sino de una situación. Una pérdida de trabajo, ir a vivir a otro lugar, pérdida de salud, o la pérdida de cualquier situación significativa para nosotros.

DEPRESIONES
Tristeza, falta de ilusión, desmotivación, depresión.
La depresión puede acontecer como reacción a un hecho que nos hace entrar en crisis o como consecuencia de una causa que ya está dentro de nosotros. Se manifiesta con síntomas como tristeza, ansiedad, apatía, pérdida de autoestima, pérdida de ilusión, trastornos del sueño, …
La terapia te puede ayudar a encontrar el camino para salir de esta crisis y volver a encontrar el equilibrio emocional y vital.

PROBLEMAS DE CARÁCTER
Impulsividad, dependencia emocional, dificultad en las relaciones personales.
Son problemas que se reflejan en la conducta que tenemos hacia los demás o hacia nosotros mismos. Provienen muchas veces de inseguridades, baja autoestima, formas de ser, etc. En estos casos, es vital entender por qué nos comportamos de esta forma y encontrar recursos para enfrentar las situaciones de una manera más eficaz.

AUTOESTIMA
Baja autoestima, inseguridad, timidez.
Detrás de una baja autoestima pueden haber muchas causas: estilos educacionales i relacionales recibidos en la infancia, problemas de relaciones personales o familiares, mensajes recibidos, creencias limitantes, … El autoconocimiento y encontrar recursos que fortalezcan el yo es la principal vía para superar estas dificultades.

PROBLEMAS INESPECÍFICOS
Insatisfacción vital, problemas relacionales, dificultad de adaptación.
A veces sencillamente no sabes lo que te pasa, pero sientes tristeza o ansiedad. Algo te dice que no es normal como te sientes. La terapia es un camino hacia el bienestar y, por lo tanto, puede ayudarte a volver a encontrar el equilibrio que has perdido.

TERAPIA EMDR
El cerebro tiene la capacidad natural de procesar las situaciones que vamos viviendo para poderlas elaborar de una manera sana. Pero a veces sufrimos situaciones traumáticas y el proceso de elaboración queda bloqueado, dificultándonos la «superación» de ese evento. Este bloqueo nos produce sufrimiento psíquico y síntomas. El EMDR, mediante un movimiento ocular que estimula la conexión entre las redes neuronales, ayuda a reprocesar la información de la situación traumática que tenemos en estas redes. Así, esta información se puede almacenar en nuestro cerebro de una manera más adecuada. El EMDR está muy indicado para trabajar dificultades emocionales derivadas de situaciones traumáticas (abusos, accidentes, muertes, …), experiencias difíciles del pasado, fobias, problemas de autoestima, conflictos relacionales.